Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “en el mundo, 1500 millones de personas viven con algún grado de pérdida auditiva , de las cuales unos 430 millones necesitan servicios de rehabilitación”. Se estima que es “más del 5% de la población a nivel mundial”. Además, con base en esto calcularon que para el 2050 la cifra superará los 700 millones de personas.
Se ha establecido que la pérdida auditiva aparece gradualmente a medida que las personas envejecen. Sin embargo, en algunas ocasiones puede ocurrir repentinamente. Puede ser temporal o permanente y puede afectar uno o ambos oídos.
Se considera una pérdida auditiva discapacitante cuando existe una pérdida por encima de 35 decibelios (dB) en el oído con mejor audición. “Casi el 80% de las personas con este problema viven en países de ingresos bajos y medianos”, asegura la OMS.
Para entender por qué se produce la pérdida auditiva , es importante comprender cómo funciona el sistema auditivo.
El
oído está compuesto por tres áreas principales: oído medio, oído interno y oído externo.
Es verdad que el cerumen tiene la función de proteger el oído de infecciones, pero la acumulación en exceso también puede ser un riesgo. Cuando se crea un tapón de cera, se obstruye el canal auditivo y así mismo evita que las ondas sonoras se envíen correctamente por el nervio auditivo. Además este problema también desencadena síntomas como mareos, dolor, comezón y la sensación de una presión al interior de la cavidad auditiva. Se recomienda mantener una rutina de higiene para limpiar correctamente la cera que se produce.
Las personas mayores suelen ser la más afectadas con la pérdida auditiva, por esto mismo el envejecimiento es uno de los factores. Las células nerviosas en la cóclea que envían las señales nerviosas al cerebro pueden desgastarse. En estos casos, cuando hacen falta o están desgastadas son incapaces de cumplir al 100% su función, las señales eléctricas no se transmiten de manera efectiva y de esta forma se genera la pérdida auditiva. También puede ocurrir cuando las personas se exponen a ruidos muy fuertes.
En algunos casos, las infecciones o los tumores pueden ser causa de la pérdida auditiva , pero normalmente esto puede tener una solución. La infección en el canal auditivo se conoce como oído de nadador, también conocida como otitis externa, se pueden dar por bacterias o virus como los que causan resfriados. La infección en el oído medio, conocida como otitis media, puede afectar a cualquier persona, pero es muy común en los bebés. Se caracteriza por causar inflamación y acumulación de líquido tras el tímpano.
Los tumores o crecimiento de bultos en los oídos muchas veces son benignos y se encuentran en las revisiones de rutina. Los más comunes son los quistes sebáceos, se caracterizan por su forma de saco, están formados por células muertas de la piel y aceites que producen las glándulas sebáceas de la piel.
Por otra parte, los tumores óseos benignos en el canal auditivo son causa de un crecimiento excesivo del hueso. Se conoce que la exposición continua al agua fría puede aumentar el riesgo de tumores óseos en el oído.
Puede ocurrir que el tímpano se rompa, tenga un agujero o una abertura. Debido a que es una parte muy delgada y muy importante en el sistema auditivo si presenta un daño se perjudica la audición. Las infecciones pueden ser una causa.
Sin embargo, también puede ocurrir cuando: se escucha un ruido muy fuerte cerca al oído, como el de un disparo; en un cambio abrupto de presión, sucede al volar o al bucear; cuando el oído sufre un fuerte golpe; al insertar objetos desconocidos al oído o hisopos para limpiarlos.
En algunos casos la genética es un factor de riesgo. Tener un pariente cercano con pérdida auditiva o antecedentes familiares puede aumentar la probabilidad de padecer el mismo trastorno.
Los síntomas pueden ser diversos y variar dependiendo de las causas, el tipo de pérdida auditiva y el grado de pérdida. Sin embargo, debe tener en cuenta los siguientes síntomas:
En las personas de avanzada edad es común perder sensibilidad para escuchar sonidos agudos como las voces de las mujeres y el canto de los pájaros.
Y cabe resaltar que las personas con pérdida auditiva pueden experimentar algunos o todos los síntomas mencionados anteriormente.
La pérdida de audición temporal en ocasiones puede mejorar por sí misma, en caso contrario se puede tratar con medicamentos o procedimientos médicos. Por ejemplo, cuando presenta una obstrucción por cera, esta se puede ablandar para succionarla.
Sin embargo, es importante acudir al médico cuándo los síntomas persisten o en caso de tener el presentimiento de padecer un problema de audición Las visitas a un audiólogo pueden ayudar para prevenir riesgos a futuro o diagnosticar adecuadamente la pérdida auditiva.
En caso de la pérdida auditiva gradual, que ocurre a medida que envejece, esta puede ser permanente. Para estas situaciones, los tratamientos son útiles para aprovechar al máximo la audición restante:
Así como se presta atención especial a la salud física y mental es importante establecer medidas de prevención para cuidar los oídos y evitar la pérdida auditiva :
La pérdida auditiva es inminente, pero se puede tratar y hasta curar. Por esta razón, es importante contar con la mejor asesoría de especialistas en audiología.
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