El impacto del Comportamiento Planeado en la inclusión universitaria
La inclusión educativa es un proceso orientado para garantizar el derecho a una educación de calidad, en igualdad de condiciones, prestando especial atención a quienes están en situación de mayor exclusión o en riesgo de ser marginados/as, es por esto que debe existir una búsqueda constante de mejoras e innovaciones para responder positivamente a la diversidad del estudiantado. Se trata de aprender a vivir con dicha diversidad y sacar lo mejor de esta.
Como lo menciona el artículo “La inclusión de los estudiantes universitarios con discapacidad en las universidades presenciales: actitudes e intención de apoyo por parte de sus compañeros”, un estudio en el marco teórico de Teoría del Comportamiento Planeado (TPB), en el entorno universitario existen tres claves para una inclusión:
- Las actitudes
- La norma social
- La autopercepción
En los resultados se evidencia un análisis descriptivo de las variables actitudinales y los ítems que más influyen en la actitud hacia la inclusión, identificando aquellos sobre los que había más acuerdo o desacuerdo entre el alumnado y que tienen más potencialidad para influir.
Allí el control percibido se presenta como la variable más importante y que ejerce una mayor influencia sobre la Intención a ayudar a personas con discapacidad. Asi mismo, tanto la norma social como la actitud, son otras variables que predisponen favorablemente al alumnado universitario para prestar su ayuda. Y se evidencia la necesidad de favorecer actitudes individuales proactivas frente a la discapacidad.
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